Para conseguir heredar miles de millones, Avery Grambs solo tiene que sobrevivir unas semanas más en la mansión Hawthorne. Pero los paparazzi no la dejan en paz, la presión sigue subiendo y el peligro acecha por todos lados. La luz al final del túnel son los hermanos Hawthorne, cuyas vidas están completamente entrelazadas con la de Avery. El momento en que Avery se convierta en la adolescente más rica del planeta se acerca, y es entonces cuando aparece un visitante que podría cambiarlo todo. Aún hay un último enigma que resolver, y Avery y los hermanos Hawthorne se verán atrapados en un peligroso juego una vez más. Atrapada en un mundo de riqueza y privilegios, con el peligro acechando a cada paso, Avery tendrá que ir a por todas y jugar a ese juego... si quiere sobrevivir.
Avery sigue intentando resolver el misterio de su vida pero ahora las cosas se han complicado mucho más. Muchas de las preguntas se han ido resolviendo, pero queda la más importante de todas ¿por qué ella?
Esta última parte he de decir que ha estado a la altura y que no me ha decepcionado (aunque me ha fastidiado un pequeño detalle. Avery, tenías que haber elegido mejor...). De todas formas, ha sido un cierre perfecto para la trilogía. Cuando terminé la segunda parte, dije que lo dejaría reposar porque al final fue un libro que me enganchó muchísimo y fue intenso, pero al día siguiente seguía pensando en todos ellos por lo que no pude evitarlo y empecé este libro.
Con La jugada final me ha pasado un poco como con los anteriores. Lo he devorado. Desde el primer capítulo me enganché y ya no pude parar. La historia tiene muchísima acción y los capítulos cortos ayudan a pasar las páginas de forma vertiginosa.
En esta nueva novela ya conocemos muy bien a los diferentes personajes y a la protagonista por lo que es muy fácil tener un favorito y, si os soy sincera, estoy enamorada de todos los hermanos Hawthorne. Cada uno aporta muchísimo a la narración y gracias a ellos, Avery consigue resolver el misterio. Porque sí, no hay final abierto y menos mal.
La jugada final es el broche final de la saga Una herencia en juego. Unos libros que he disfrutado de principio a fin y que siempre voy a recomendar. Una lectura original, con un misterio muy interesante por resolver y con una clase de acertijos muy bien planteados que hacen que la lectura sea ágil y maravillosa. Los personajes son buenísimos y la acción es brutal. Tenéis que leerlos.
Puntuación